sábado, 15 de marzo de 2008

Una mirada de la enfermedad

Todos conocemos que, entre las preocupaciones cotidianas, la salud ocupa un lugar importante, sin embargo, no todos prestamos la debida atención a nuestro cuerpo. Sólo cuando una enfermedad manifiesta sus síntomas nos solemos ocupar realmente por recuperar nuestra salud. Culpamos al clima, a un virus, a lo que comimos, pero difícilmente analizamos las causas mas profundas y remotas que nos hicieron más permeables a que una determinada enfermedad se manifieste. Estas causas pueden ser físicas y relacionarse con el sedentarismo, la falta de un ejercicio físico adecuado para nosotros, la mala alimentación, o bien causas genéticas. También, pueden ser emocionales y tratarse de miedos o broncas sin resolver que derivan en un desbalance energético.
Si uno pudiera reconocer las situaciones que nos afectan y resolverlas, podría ayudar así a que el cuerpo sane, comprendiendo que la instancia de la enfermedad viene a nosotros para mostrarnos que hay situaciones por resolver. La enfermedad nos invita a un cambio que seguramente no es fácil de realizar. Es decir que dentro de cada uno está la clave para sanar su propio cuerpo.
La Reflexología actúa mediante la estimulación de puntos y zonas reflejas de órganos, glándulas, músculos, y parte ósea; equilibrando la parte física y desde allí la emocional, a través del acompañamiento del paciente durante el proceso. Un reflexólogo holístico se basa en las observaciones que hace sobre el cuerpo y la corporalidad del paciente y los síntomas y las enfermedades que este paciente trae a la consulta y qué le está pasando al paciente en relación con estos síntomas; desde las técnicas verbales de acompañamiento, uno va ayudando a esta persona a tomar conciencia, a entender qué es lo que le pasa. El objetivo fundamental de la reflexología holística es la de acompañar al otro en la toma de conciencia cada vez mayor, de aquello que le pasa en la vida para que pueda descubrir por sí mismo con qué instrumentos cuenta, para poder resolver las situaciones conflictivas en las que está inmerso.