jueves, 16 de agosto de 2012

La Flor de la Vida


Se dice que el aleteo de una mariposa tiene su repercusión como ondas expansivas. Imagina cada acción nuestra de cada día, como puede desencadenar una miríada de acontecimientos. Tal vez te tropezaste con alguien, como ej., y sin saberlo fuiste la gota que rebalso el vaso ese día en esa persona y no sabemos qué pasó con quienes se relacionaron con ella en ese día y siguientes.

Una vasta red donde cada hecho se encadena con otro en un continuo sin fin. Imagínate la Flor de la Vida, y sus cruces e intersecciones, roces y puntos en común. Todo el planeta unido por esta Flor de la Vida, donde son insospechados los ulteriores hechos a partir de un solo evento. Y, puede suceder, y sucede, que los hechos retornen a vos en su ola expansiva. Los podes identificar?  Es complejo, no siempre es posible, porque la red se mueve en el tiempo; es interdimensional y no siempre advertimos la cadena de hechos de donde provienen.

Por eso, lo importante es tener en cuenta al prójimo. Que cada uno de nuestros actos sean para El Mayor Bien de cada uno de los Involucrados. Pero: disponemos de toda la información para actuar así?; no siempre. Hay que evaluar, sopesar todo y decidir, con los datos que contamos, con lo que podemos estimar, y no sabemos muchas veces si puede haber un daño impensado en alguien. Tal vez hoy no lo vea, pero en años se vislumbren las consecuencias de un acto ocurrido hoy. Hay muchos acontecimientos de los que no se puede escapar; ya que vienen a vos, están ahí, para los aprendizajes de tu alma. Pero hay que moverse, no detener la rueda de acciones, de decisiones, la rueda de la vida; por eso:

Que la Divina Acción correcta se manifieste.

 Así sea!!!

miércoles, 15 de agosto de 2012

Aprendizajes


En nuestras vidas muchas veces regresan a nosotros eventos del pasado. La famosa frase “el pasado vuelve”. Esto nos enoja, frustra, deprime. Muchas veces también, sentimos que esa puerta creíamos que ya estaba cerrada, que esa situación estaba resuelta, que quedaba en el pasado, que, en definitiva: la cuenta estaba saldada. La Vida siguió y en la Eterna rueda otra vez la misma piedra se atasca. A veces es similar, no es necesario que sea la “misma”, que la situación sea idéntica, pero ahí está.

No tiene sentido enojarse, la vida te trae nuevas oportunidades para chequear si creciste, si estás listo para dar el próximo paso, para hacer un ajuste en la dirección de tu vida.

Hasta que no abracemos estas piedras con Amor, difícilmente se correrán del camino. Puede ser que detengamos la marcha, quitemos la piedra de la rueda y hasta la rueda! Y sigamos… En realidad ralentizados como si una piedra invisible siguiera allí, hasta que se vuelve a corporizar, incluso se atasca más. Son nuestros aprendizajes, están ahí; y ahora: creciste?

Estás listo para el siguiente paso? Vivimos preparándonos para esto; no nos damos cuenta que la vida es como un espiral, a veces parece un círculo cerrado, pero si creciste se propulsa hacia adelante y, ahora sí, el avance es notorio.

miércoles, 8 de agosto de 2012

                   Los tiempos se aceleran y con ellos la gente; la ansiedad crece y necesita también respuestas rápidas para sus procesos. Seguramente estas llegarán cuando todo su Ser esté preparado para el cambio. Ese cambio que se necesita para que las molestias que están manifestándose en su físico se corran de lugar y dejen espacio para la sanación. Nada, ni nadie pueden apartarte de tus aprendizajes y lecciones de vida, son tu tarea. Solo te facilito un nuevo punto para poder verte, percibirte y habitarte desde otro lugar. A veces los síntomas se corren por un rato, otras veces en forma permanente. Esto último solo se logra cuando ya se está preparado para ello en cuerpo, mente y espíritu.
                    
                   Es un proceso, muchas veces una sesión no basta y esto no significa una limitación de la herramienta, de la reflexología; y nos convertimos (me incluyo); en eternos buscadores de nuevas respuestas. De aquellas respuestas que muy en lo profundo de nuestro ser ya tenemos. Y peregrinamos de una terapia a otra…
          
                      Basta con sintonizarte en tu interior, elegir un camino de sanación, y sostenerlo, no esperar respuestas mágicas; aceptar y, por sobre todo vivir el momento presente; que es irrecuperable.